domingo, 15 de enero de 2023

Ratio

Nuevos pavores: conducir de noche y los cargos. Se puede decir que forman parte del catálogo de mis vértigos, cada vez más amplio y cada vez más exacto. Lo de conducir de noche puede deberse a la merma de mi visión nocturna. Aunque también creo que debe haber un componente neurótico. Lo de los cargos, propios o ajenos, lo corrobora la experiencia: resulta imposible ejercerlos sin el abuso, el pisoteo, el desprecio y la soberbia. Aparta de mí a ese jefe o esa jefa. 


Cada vez veo más imprescindible la educación, como concepto. Y cada vez más imposible ejercer de educador con éxito y criterio. Y no sólo por las trabas de la Administración; que parece empeñada en culpabilizar del fracaso educativo siempre a los mismos. 


Cambiamos de lugar los contenidos. Ora condenamos la memoria como herramienta. Ora queremos adaptar la escuela a la cultura del entretenimiento (que nadie cuestiona). Está claro que paulatinamente tenemos más dificultades para captar la atención del alumnado. Pero no se quiere meter en el programa una bajada de ratios. Se multiplican los informes, las rúbricas, los meaculpas. Pero la ratio permanece intacta. 








 











 

lunes, 9 de enero de 2023

Un tropiezo en la calle

Al parecer, no existe una gran diferencia entre un tropiezo en plena calle y una discusión entre intelectuales. 

sábado, 7 de enero de 2023

Tiovivo

En un tiovivo navideño. Todo parece estúpidamente feliz. Es lo que tienen los tiovivos. Son bonitos y giran. Y provocan la felicidad de quienes se montan en ellos. Y éste es precioso, antiguo y limpio. Lo han puesto en la plaza del Ayuntamiento. La gente se acerca, paga su entrada y se monta en él. De hecho, nosotros estamos sobre dos caballitos que suben y bajan casi a la misma velocidad, en paralelo. Reímos, también. No obstante me he fijado en los dos señores que nos han acomodado sobre nuestros caballitos. Profundamente serios. El rostro ajado. Lejos de la felicidad ambiental. Su discreta tristeza pretende pasar desapercibida. Se dirigen a nosotros con profesionalidad. Que el niño no se mueva del sitio con el tiovivo en marcha. En unos minutos el movimiento cesa y nosotros nos bajamos. Y allí quedan los propietarios del tiovivo, repartiendo la estúpida felicidad de su artilugio y agazapados en su tristeza. 

domingo, 1 de enero de 2023

Dibujador callejero

Si te echan del colegio siempre podrás dedicarte a dibujar retratos a la gente en la calle, como ese señor. 


Yo ni eso, hijo. 

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