domingo, 6 de enero de 2019

(Acerca de la victoria de Roberto Bautista Agut sobre Novak Djokovic)

Acabo de ver los highlights de la victoria de Bautista sobre Djokovic. Es curioso. Ambos tienen un juego muy parecido; golpes planos desde la línea de fondo y a mover al rival. Bautista juega un poco más retrasado. Ambos no juegan a darle muy fuerte sino que aprovechan la velocidad del rival. Supongo que esto desconcierta un poco a Djokovic. Bautista, además, ha jugado con mucha paciencia, sin desesperarse en los intercambios largos. El revés de Bautista es infinitamente inferior al de Djokovic; suele ir muy flojo y falla mucho por ahí; pero en este partido le ha funcionado, incluso ha obtenido puntos ganadores de revés. Pero la clave es el drive de Bautista; un golpe del que me declaro fan absoluto. Lo pega plano y con empuñadura este. Djokovic también lo pega bastante plano, pero con una empuñadura mucho más cerrada: una oeste muy cerrada. La empuñadura oeste es para liftar. Si le pegas plano tienes que corregír el movimiento con la muñeca y el codo; y si quieres variar de dirección tienes que colocar el cuerpo, de manera que cuesta mucho amagar el golpe. Bautista, al contrario, varía muy bien la dirección de la bola con su derecha, sin variar la postura del cuerpo. En muchas ocasiones se le veía a Djokovic descolocado, sin la capacidad de leer correctamente por dónde le venía la bola.

Algo que nunca he entendido del juego de Djokovic es por qué utiliza una empuñadura tan cerrada, con el drive, cuando sus golpes son planos. Supongo que este tipo de empuñadura le proporciona seguridad y por supuesto tiene un físico muy elástico, que le permite gesticular mucho con el cuerpo a la hora de golpear, pero son ganas de complicarse la vida. Por ese lado, el juego de Djokovic resulta muy poco natural. No hay más que ver la forma de golpear el drive de Connors, el abuelo tenístico de Djokovic. Aquello era -aparentemente- fácil.


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