
Etnicismo y misantropía,
los Dead Can Dance descubrieron
hace años, tal vez siglos,
una región inhospita
donde reinar.
Ahí siguen:
en la aristocracia
de lo obsoleto,
en la metafísica
del anacronismo.
La muerte puede bailar:
pregonando
la resurrección
de aquello que cayó en desuso.
La clásica y el rock gótico,
el folclore y lo orquestal.
Todo cabe siempre que sea decadente,
de otro tiempo, oscuro, espectral.

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