Las concomitancias son evidentes, por la doctrina. Ahora parece que nos quieren a todos estoicos. Pero por el lado del aguante; no tanto por la sencillez en las costumbres. Estoico se quiere tanto al pobre como al rico. Para todos la vida tiene un poco de mierda. Te verás obligado a hacer lo que no quieres hacer; no tienes más que resignarte y seguir. Epicteto, un esclavo, cojo, del que ni siquiera se conoce su nombre, ágrafo, como Sócrates. Marco Aurelio, emperador, que escribiera para sí mismo en el frente, combatiendo durante décadas contra los bárbaros. Una misma doctrina para dos circunstancias bien diversas. Así nos quieren. Hay estoicos entre los directivos de Silicon Valley y entre los de empleos precarios. Como no lo puedes cambiar, aguántalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario