Aurelio siempre ha sido un hombre compacto, estructurado, feliz. Probablemente la única persona que no me ha hablado de ansiedad en los últimos años. Aurelio es monolítico, fuerte, y yo débil y fragmentado. Pero siempre nos hemos llevado bien. Últimamente da muestras de sentirse superior a mí, cosa que me complace. Aunque esto no es lo que más me atrae de él. Lo que me intriga es cómo ha conseguido ser refractario a la ansiedad. He intentado elaborar teorías, a cual más peregrina. Como que Aurelio carece de autoconsciencia, lo que le convierte en un superdotado para la acción. O que no tiene mente o alma, solamente una mirada técnica, enfocada en resolver problemas. No obstante adivino una grieta en el monolito aureliano: se dispone a ser padre.
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