Como una morsa, grande y canosa. Avanza por el pasillo con la sonrisa asustada, la mascarilla de medio lado. El otro, que se dice compañero, se burla de él, con superioridad; como una hiena que acecha dispuesta a morder carne muerta. ¿Cuánto te queda? ¿Un año? Y cuánto te ha aguantado, pienso, mientras observo la escena. Como animales salvajes. Depredadores. Depredados.
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