El lío de las vacunas nos tiene desconcertados. L pregunta, un poco ingenua, ¿Entonces, tiene que decidir el ciudadano? Podríamos tomárnoslo a broma. Una broma de consecuencias imprevisibles. A veces, me maravilla que todos nos pongamos de acuerdo para caminar por las aceras o parar en los semáforos.
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