lunes, 3 de septiembre de 2018

(Sobre Tommy Robredo)

Siempre me ha gustado su tenis y su espíritu inteligente y batallador. Un clásico de alma moderna, adscrito a la libertad de The Who desde su tierna infancia.

Un tenista de su categoría puede hacer lo que tú dices, dignamente. Pero los argumentos de Tommy son inapelables: si le gusta y desea seguir, nadie puede decir nada. A estas alturas no tiene por qué marcarse objetivos.

Recuerdo cuando se retiró Edberg, a los 30 o 31 años, ya no llegaba a las rondas finales de los grandes torneos, pero aún ganaba algun torneo menor. Decia no sentirse bien a su edad arrastrándose por las pistas y perdiendo partidos contra jugadores contra los que antes ganaba sin dificultades. La opción de Edberg es muy digna. Pero la de Tommy, sin importarle ya demasiado los resultados, también.

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