martes, 11 de abril de 2017
Busco un par de imágenes de Doris Lessing. Son imágenes en blanco y negro. En la primera foto la escritora es vieja. No oculta las arrugas. Tiene una expresión orgullosa. En la segunda, una Doris Lessing joven sostiene un cigarrillo con la mano derecha. La mirada tímida, perdida en algún lugar fuera del encuadre.
Por las noches leo un rato. Muy poco. Pero me gusta leer, todavía. Acabo de empezar El cuaderno dorado. No creo que haya un escritor con la agilidad de Lessing. He tratado de encontrar un calificativo. No se me ocurre otro. Lessing vuela. Escribe como si respirase, como si transcribiera libremente sus pensamientos.
No imposta. Parece libre de prejuicios para hablar de lo que sea. Como si todavía no hubiese perdido la ingenuidad que los escritores actuales pretenden aparentar haber perdido. Cuando habla de literatura, defiende la literatura que ella cree que se debe hacer. Una literatura desvinculada de la mera información, contraria al periodismo. No deberían escribirse libros literarios destinados únicamente a saber lo que sucede en tal o cual sitio en tal o cual época. La literatura es indagatoria y debería aspirar a trascender lugares y épocas. ¿Cuántas obras literarias leemos que logren esto último? Muy pocas. Leemos muchos libros bien estructurados, bien escritos. Leemos libros modernos, clásicos. Pero muy pocos que trasciendan el tiempo y el lugar en que fueron escritos.
Lessing expone sus ideas sin miedo. Habla de liberarse de los hombres y de liberarse de los hijos. Habla de sus esclavitudes y de cómo convive con ellas. Lo expone todo abiertamente. Habla del fervor comunista y del desencanto comunista. De la incapacidad de los comunistas de dejar de sospechar los unos de los otros.
No es una escritura ardorosa. No hay un apasionamiento subrayable o explícito. Lessing escribe con frialdad; como si hiciera mucho tiempo que hubiese vivido lo que cuenta. Como si el relato fuese solamente una letanía. Un objeto mítico que rememorar.
He leído un poco sobre Doris Lessing. Su literatura es desigual. Lo abarca todo. En El cuaderno dorado, creo, está ella, sin más. Una mujer discordante y admirable.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Trascender el lugar y la época... no estoy muy seguro de que no sea exatamente al revés; o sea, de que a través del relato situado en un espacio y tiempo concretos, como La Mancha del Quijote del XVII, se llega a lo intemporal y a lo universal. Lo que queda sobrepasado es la búsqueda d elo moderno, a mi juicio.
ResponderEliminarMe gustó mucho el Cuaderno dorado de Lesing, aunque mi favorito son sus Cuentos africanos, pero sus novelas de SF, género en el que incurrió varias veces, me parecen algo flojas
...que algo trascienda lugar y época no significa que no esté ubicado en un lugar y una época por supuesto
ResponderEliminarSí, claro, volviendo a mi ejemplo, El Quijote transcurre en un espacio interestelar de un tiempo futuro indefinido
EliminarEl Quijote es un perfecto ejemplo de lo que digo, Lansky, no seas obtuso: yo no digo que haya obras que carezcan de coyuntura... todo lo contrario: algunas obras como El Quijote trascienden la coyuntura que las ha creado... es mas, en el caso de El Quijote, según parece, el propio Cervantes ni siquiera fue consciente de la trascendencia de su personaje y de su obra
Eliminarlo que creo que Lessing dice es que la mayor parte de obras literarias son coyunturales y solamente unas pocas van más allá, trascienden la coyuntura que las ha creado
ResponderEliminar...esto parece que se olvida fácilmente y se suele halagar la coyuntura, esto es, el valor meramente informativo de la obra literaria o, como apuntas, su modernidad
EliminarEl Quijote no se valora porque represente fielmente La Mancha del siglo XVII
Eliminar...si solamente fuera un tratado de costumbres no tendría la relevancia que se le ha dado, si no lo quieres entender no lo entiendas
EliminarSeguramente te he interpretado mal y los dos decimos lo mismo. Culpa del receptor, pero tal vez, quizás, también un poco del emisor
ResponderEliminar...yo solamente recogía algo que he leído en un libro, con lo que ni siquiera estoy completamente de acuerdo; probablemente me he expresado mal (cada vez lo hago peor por escrito)...
ResponderEliminarsin embargo, la queja de Lessing es muy lícita y fácilmente extrapolable a la actualidad... en una realidad editorial dominada por lo "pop"... donde ya no interfiere tanto el valor informativo como el valor de lo banal y los clichés de la cultura popular