domingo, 11 de enero de 2015

El libro se me ha hecho muy duro de leer pensando en él como en una vaca viva a la que pegarle mordiscos en el lomo, en vez de un solomillo a la plancha con su salsita por encima. Considero necesario un procesado de la materia prima antes de presentarla para su servicio, para no tener la sensación extraña de estar cotilleando (con permiso, eso sí) en una vida cotidiana ajena, cosa que normalmente no me interesa ni gota, ni siquiera con permiso.





Algo que me ha cautivado de manera muy especial es la capacidad para transmitir y modelar sensaciones con un registro de lenguaje aparentemente sencillo y espontáneo. Yo sé que esto de la sencillez y la espontaneidad es una mentira muy gorda, tan gorda como para tapar toda la complejidad y trabajo que hay detrás de ellas; un estilo así de limpio y elegante no sale así como los gases después de zamparse unas fabes. En ese momento de cuesta arriba, de plantearme el abandono, opté por una estrategia de lectura diferente. Pensando que ya tenía al personaje ubicado en su contexto (creo incluso que con bastante más precisión que el propio autor)… ¿Por qué no disfrutar de los capítulos aislados, tal como si de relatos se tratase?


http://paraiso4.com/resena-devuelveme-mi-noche-rota/

2 comentarios:

  1. ¿Qué es una novela? Como siempre, como ¿qué es el Arte o cómo qué es el talento? depende de la definición

    La metáfora del crítico de leer el libro con comerse una carne cruda tienen su 'aquel'

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  2. ya lo creo que lo tiene... y tal vez por ello no he ofrecido el libro a nadie conocido, excepto mi mujer, y me he visto obligado a elegir un seudónimo

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