miércoles, 10 de julio de 2013

Es tarde ya en la noche
y la playa está desierta.
Rompe el mar
sobre las rocas.
Un aire cálido,
espeso de salitre
y de recuerdos,
me baña la cabeza.
Cierro los ojos.
Inhalo.
Me dejo llevar.
Y luego pienso,
como casi siempre
que me pasan estas cosas,
en Proust.
Pero no he leído
a Proust.
Qué importa.
La vida es bella.
Quién necesita
a Proust.



3 comentarios:

  1. O como dijo aquel otro "el mundo es un sitio muy bello donde pasan cosas desagradables"

    ResponderEliminar
  2. Otro poeta para la "saca" Y muerto, qué más se le puede pedir...

    ResponderEliminar
  3. no ha muerto ese poeta, Emma, en realidad: se trata de una gilipollez de las mías

    ResponderEliminar

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.