domingo, 24 de febrero de 2013

La vida, amigos, es aburrida. No deberíamos decirlo.
Después de todo, el cielo lanza destellos, el inmenso mar suspira,
Nosotros mismos emitimos luz y suspiramos,
Y como me decía mi madre de pequeño
(repetidamente) “Confesar que estás aburrido
significa carecer de
Recursos Internos”. Ahora ya sé que no tengo
Esos recursos, porque estoy tremendamente aburrido.
La gente me aburre,
La literatura me aburre, en especial la gran literatura,
Henry me aburre, con sus quejas & sus dolores
tan malos como uno de Aquiles,
que ama a la gente y el arte poderoso, lo que me aburre.
Y las colinas apacibles, & la ginebra parece una colilla
Y de algún modo un perro
Que se ha tomado a sí mismo & a su cola muy en serio
en las montañas o el mar o el cielo, dejando
Atrás: a mi yo, moviendo la cola.



6 comentarios:

  1. El aburrimiento es como el escándalo, está en uno mismo, no en lo que te ofrece el mundo o los demás

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  2. ya lo dice la madre del poeta: “Confesar que estás aburrido significa carecer de Recursos Internos”

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  3. Estar aburrido es jodido, le pasa a los niños todo el tiempo, al menos a uno de mis sobrinos,le veo aburrirse y pienso que no puede ser más niño ( dando vueltas por toda la casa con los brazos desplegados como un avión gritando me aburro! me aburro! me aburro! ) suplicando salvación.

    Yo me aburro puntualmente de internet y de literatura, y también de la gente ( de esta última sobre todo)

    Pero es cierto que luego hay días que lo compensan todo con creces.

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  4. Probablemente, de hecho, el aburrimiento es, en cierto modo, el más sublime de los sentimientos humanos. No es que yo crea que del examen de tal sentimiento nazcan aquellas consecuencias que muchos filósofos han extraído de él; sin embargo, el no poder estar satisfecho de ninguna cosa terrena, ni, por así decirlo, de la tierra entera; el considerar la incalculable amplitud del espacio, el número y la mole maravillosa de los mundos, y encontrar que todo es poco y pequeño para la capacidad del propio ánimo; imaginarse el número de mundos infinitos, y el universo infinito, y sentir que nuestro ánimo y nuestros deseos son aún mayores que el mismo universo, y siempre acusar a las cosas de su insuficiencia y de su nulidad, y, padecer necesidades y vacío, y, aún así, aburrimiento, me parece el mayor signo de grandeza y de nobleza que se pueda ver en la naturaleza humana. Por eso el tedio es poco conocido por los hombres de escasa importancia y poquísimo o nada por los otros animales.

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  5. yo creo que el aburrimiento tiene que ver con el cansancio, y no es tan sublimable; pero, bueno, como dice Lans, lo que sea está en uno mismo

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