te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.
Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.
Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.

Como dice Vanbrugh, Gamoneda es un viejo gilipollas, con todos los matices que se quiera
ResponderEliminaryo lo veo buen poeta, tal vez gilipollas pero buen poeta, meticuloso y reseco
ResponderEliminar