miércoles, 20 de junio de 2012

Uno se duele hacia dentro.
De modo que el dolor
lo pone a uno frente a una especie de
oscuridad.

Si el dolor es introvertido
el placer debe ser lo contrario.
No se da cuenta,
pero su voz me repara.
Utiliza un tono amable,
restaurador.
Como un manto
suave.


2 comentarios:

  1. A veces -en determinadas situaciones- el dolor y el placer, como el frío y el calor, se pueden confundir de manera que los sentidos humanos enloquezcan aunque sólo sea un instante.
    Me gusta la parte final, desde "No se da cuenta..." Son versos muy visuales, casi cinematográficos diría yo. Como si estuvieras viendo la escena y ella hablara pero no se oyera porque está grabada así, sólo con una tibia musiquilla de fondo y la luz del atardecer entrando por una ventana, algo parecido a lo que se ve en ese cuadro de Sasnal que se podría titular "El placer" o "El dolor".

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