jueves, 6 de octubre de 2011


Isaac Rosa ha tenido una idea buena. Recuerdo una cita de Josep Pla en la que el tipo dice que lo suyo no es literatura de la invención sino de la observación. Yo como lector tengo esa misma tendencia; prefiero al escritor que me habla de lo que de uno u otro modo puedo comprobar. Entiendo que siempre hay enmascaramiento; no obstante soy ingenuo y busco siempre cierta honestidad en el que escribe; necesito intuirla. Lo de Isaac Rosa en La mano invisible creo que está a medio camino entre la invención y la observación; es realismo y es metafísica; es una abstracción literaria y es un intento de hacer, digamos, denuncia social. Parece mentira que nadie haya tenido esa idea antes. La mano invisible es actualidad (literatura de la crisis económica; coyuntural hasta cierto punto) y es intemporal (habla de todos y de nadie: trabajadores sin rostro, currantes sin nombre, con un dolor arquetípico y un aburrimiento generalista). La crítica literaria lo ha llamado experimento fallido. ¿Cómo es posible medir el error en el experimento literario? No lo sé.

2 comentarios:

  1. No sé a qué crítica aludes (¿Experimento fallido?), es una buena novela, sobre todo si se salvan la sprimeras decenas de páginas, un poco duras.

    Robert Graves decía que no disponía del tipo de imaginación que inventa totalmente y que por eso escribía novelas históricas (la imaginación, yo creo, la reservaba para sus ensayos)

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  2. me refiero a la crítica del Babelia; no recuerdo el autor de la reseña

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