
Somos los olvidados, solitarios sobre la tierra,
A hurtadillas nos sentamos cerca al calor.
Desde este cálido rincón del cuarto
Miramos la bruma de octubre.
Por la ventana, como entonces, se ve el fuego.
Querido mío, ya estamos viejos.
Todo lo que hubo, tempestad y desdicha,
Ha quedado atrás, ¿qué esperas del futuro?
¿Seguro que quieres leer allá, todavía,
Alguna inesperada novedad?
¿Acaso esperas algún ángel tempestuoso?
Todo pasó. Nada podrá regresar.
Quizás las paredes, los libros, los días.
Querido amigo, ellos están habituados.
Yo no espero nada, no murmuro.
No añoro nada de lo que se fue.
recordé al leer ésta canción https://www.youtube.com/watch?v=8LRZWjNUKO8
ResponderEliminarcuando no se añora nada, cuando nada sujeta, cuando no se humilla nada ante la memoria ni el destino, se es más libre, más fuego, más rubor!
placer haber conocido tu espacio, salud!
bonita canción, gracias
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