lunes, 13 de octubre de 2014




Quiero que quede claro que yo no estoy en contra del verdadero budismo oriental. En realidad el problema es ese budismo occidental que parece haberse convertido en la principal opción espiritual de la gente educada de nuestra era. La inmensa mayoría de los jóvenes gerentes de las grandes firmas capitalistas se consideran budistas, practican meditación trascendental. Las dinámicas actuales son tan rápidas que los humanos ya no somos capaces de seguirles la pista, cognitivamente somos incapaces de saber en qué consite este nuevo mundo. El sentido budista permite la distancia que no permite la vida, hace que la gente pueda sobrevivir: no te tomes en serio la realidad, no es más que un juego de sombras. No creo en los que aseguran que el budismo es el camino apropiado para escapar de la locura occidental; todo lo contrario, con el budismo no se escapa, se funciona mejor, uno no se vuelve loco y se convierte en alguien más apropiado para vivir precisamente en una realidad capitalista.


1 comentario:

  1. Querido: a la par de ese budismo del que hablas, estaba el psicoanálisis de Freud, que luego adaptó C.G.Jung. Y si te adaptas, cariño, que te den como nos están dando a todos. Hala, a chupar o a mirarse en el espejo, como mi querido Borges y a tratarse con los tigres.

    A lo mejor no me lo publicas, como sueles hacer, pero por si acaso.

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