viernes, 17 de octubre de 2014

El nuevo sujeto postraumático es el que sobrevive pero es depojado de toda su identidad. Desde el enfermo de Alzheimer hasta la víctima de una tortura, una catástrofe natural o una crisis económica. El sujeto sobrevive pero como un muerto viviente, despojado de su sustancia vital. Yo lo tomo como un elemento positivo; para poder renacer uno debe pasar por ese punto de ser un muerto viviente. En cierto sentido el precio de la verdadera libertad es haber sido, en algún punto, un muerto viviente.





El mismo cine de Hollywood tiene también una idea muy aproximada de esa noción lacaniana de sujeto postraumático en la distinción que hace entre las dos ficciones de la vida más allá de la muerte. Hollywood distingue entre vampiros y zombies en una lucha ancestral: los vampiros pertenecen a la clase ilustrada, son inteligentes y sofisticados, pueden pasar inadvertidos; mientras que los zombies son los desclasados, caminan y se mueven con torpeza, nunca podrían pertenecer a nuestro mundo. Los zombies son precisamente los que mejor encarnan la noción del "muerto vivo".

2 comentarios:

  1. Creo que depende de la estética y en ese sentido (aparentemente) salen ganando los vampiros. Tendremos que esperar al final de las sagas. Ahora viene un vampiro muy guapo a las pantallas. Mis niños de clase se asustan mucho con los zombies. Les digo que son más cutres, más guarros: los vampiros, son más elegantes, ¿no crees?.

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  2. en la lucha de clases, el vampiro es el aristócrata y los zombies la plebe

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