viernes, 15 de febrero de 2013

Locura, humor, fantasía,
ideas crepusculares,
versos tristes y vulgares,
eterna melancolía,
angustias de hipocondria,
soledad de la vejez,
alardes de insensatez,
arlequinada, zozobra,
rapsodias en donde sobra
y falta mucho a la vez.

Viviendo en tiempo brutal,
sin gracia y sin esplendor,
no supe darles mejor
contextura espiritual.
Es un pobre Carnaval
de traza un tanto harapienta,
que se alegra y se impacienta
con murmurar y gruñir,
con el llorar y reír
de su musa turbulenta.
Y como no hay más recurso
que escuchar a esta barroca
furia, que siga su curso
y que lance su discurso
la amargura de su boca.



2 comentarios:

  1. A mí Pio Baroja ne parece directamente dios hecho escritor. Su sensibilidad y la mía son coincidentes casi al ciento por ciento. Ergo... la poesia me ha encantado. Un lujazo de hombre, de escritor y de obra.

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  2. me alegra que te haya gustado (no te tenía por "barojiano")

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