lunes, 14 de enero de 2013




Unos alumnos de trece años hablan, en mi presencia, impúdicamente, de unos vídeos porno que han visto en internet. Ríen airadamente, a causa del contenido de esos vídeos. (Orificios penetrados, cuerpos salpicados de esperma, manos que exploran territorios inhóspitos.) Una risa.

No me tengo, específicamente, por un mojigato. No me escandalizo. Pero, por alguna razón, tal vez por la actitud de ellos, me parece mal.

Me parece mal que en internet todo esté al alcance de todos.

Soy incapaz de calcular los efectos de este hecho. Al mismo tiempo, creo que no hay vuelta atrás.

El mundo es ahora así. Todo se muestra. Todo es divertido, intrascendente. El misterio ha desaparecido. Los misterios son viejos.

Cero romanticismo.

Hay un gordo al que llaman "el gordo del porno". Un tipo de aspecto asqueroso. Va por ahí con su cámara. La chica es famosa o semifamosa. Le ofrece pasta. Dice que se la va a follar por ochocientos euros. Van a una casa. Cámara subjetiva. El gordo enfoca el culo de la chica. Luego la imagen hace un giro de ciento ochenta grados; el gordo se enfoca a sí mismo, haciendo muecas. Para troncharse. Lo que sigue, ya se sabe: orificios penetrados, cuerpos salpicados de esperma, manos que exploran territorios inhóspitos.

Si lo que aparece en el vídeo fuese cierto, a mi modo de ver, sería constitutivo de delito: proxenetismo, inducción a la prostitución, o lo que sea.

Lo que me preocupa es que el gordo ése cabrón se convierta en un modelo de algo.

Tal vez, al fin y al cabo, yo sea un moralista, un mojigato.

Todo empezó con la fotografía. Perverso invento. A partir de entonces, la curiosidad insaciable de mostrarlo todo, de verlo todo, de convertirlo todo en imagen.

La fotografía ha arrasado con la intimidad de la gente. La intimidad escenografiada. Fotografiarse en pelotas y catapultar la imagen. Por qué. Porque mola. Y por qué mola. Porque sí.


11 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo. Recuerdo cuando de adolescente leí El amante de Lady Chatterley, me puse a cien, nunca hubiera imaginado que se pudiera escribir algo como eso. Ahora dime qué niño o adulto se excitaría hoy en día con los pasajes subidos de tono de aquel libro : ninguno!
    Pero no desesperes. Aún hay muchos misterios. Cientos. Todos esos que la gente no ve porque está demasiado ocupada con Twitter, con el porno, con hacerse fotos.

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  2. ¿Qué hace exactamente la rubia que está encima, intenta entrar?, pero entonces...

    yo me sigo haciendo pajas con lo que escribe el sr lawrence, y soy un niño, Emma

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  3. claro, hay misterios, pero, como digo, son antiguos, de otro tiempo, fuera de las dinámicas actuales...

    todo misterio es una impostura, un ocultamiento; por eso ahora ya no hay, porque ahora todo se desvela, todo ha de mostrarse... los misterios antiguos, como dices, Emma, no se ven, la gente no los ve, son invisibles;

    a menudo me he fijado, cuando he ido de viaje, en que la gente solamente se hace fotos frente al monumento de turno; les importa poco verlo, estar en el lugar; se hacen la foto y, con premura, pasan a otra cosa... ya tienen lo que quieren, la imagen, la prueba que les permita decir: he estado en ese lugar... frente a un cuadro famoso, por ejemplo, si se les deja se hacen la foto y no se paran apenas a observarlo, no les interesa... claro que quedan misterios, pero son antiguos, a nadie interesan

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  4. Ahora lo que se lleva es llegar hasta el final, el porno. Así, el erotismo ha quedado reservado para gourmets o voyeurs, gente a la que aún nos gusta ese misterio de no enseñarlo todo... como la música en formato físico ha quedado para coleccionistas. Igual.

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  5. coño, Cefi, hay que llegar hasta el final; no te quedes a medias... yo no discuto el porno, no me gusta especialmente, pero no lo discuto; a veces, hasta creo que es sano... mi duda es si debe ser accesible a todos, mi duda es si un adolescente de trece años es bueno o contraproducente que consuma porno con la facilidad con la que se consume actualmente...

    probablemente, como dices, esa accesibilidad del porno ha arrasado a su vez con el erotismo; claro, el erotismo comporta misterio; de manera que, si uno se "educa" en el sexo viendo a siete tipos eyaculando en la cara de una tipa, que recibe el semen con la boca abierta, extasiada, pocas ganas de erotismo le quedan...

    yo diría que ahora hay muchos que follan para grabarse, al igual que muchos visitan Venecia para hacerse fotos en sus canales... muchos follan para "parecerse" al porno, y creen que follan de puta madre porque han practicado todas las posturitas posibles

    el sexo es ahora una gimnasia; se parece al "fitness"

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    1. El porno es como comer con las manos, depende del momento y del qué: si es pollo frito, vale, pero si es un entrecot es mejor usar cuchillo y tenedor. Claro que qué coño sé yo, si a mi prácticamente el único porno que no me aburre y me interesa es el que protagonizo yo a veces...

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  6. Yo no entro en el debate de si debe ser a más o menos accesible el porno. Me da igual.
    Pero me llama la atención que se pierda el erotismo durante este proceso, joder, que es como perder el romanticismo o sencillamente, saltarse un paso.
    La nueva sociedad de este siglo va a ser una sociedad de último acto. No van a poder degustar el camino. No va a haber preámbulos ni cortejo ni beso ni hostias. Una sociedad despiadada que desprecia y retira de su vista lo que huele a perdedor -la sociedad del triunfo, operación triunfo- Todo directo, al grano. Al fin y al cabo, resultadista. El fin primero y los medios dan igual porque ni se van a mirar.

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  7. A mi me interesan los misterios J.M. Qué es una vida sin misterio. Y no me refiero sólo a los antiguos. Hay personas y lugares que aún no se desnudan ante los otros, quedan pocos, pero no hace falta irte a Kuala Lumpur para encontrarlos. Personas y lugares que no quieren ser descubiertos. Siempre habrá misterios.

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    1. Me temo, Emma, y puede que me equivoque, que J.M. no entiende de misterios, sino sólo de secretos

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  8. yo no digo que para encontrar "misterios" haya que largarse a Kuala Lumpur, sino que la misma idea de lo misterioso, a mi modo de ver, no define la actualidad; sino que la actualidad se define, al contrario, mediante el concepto contrario, la tranparencia, el exhibicionismo, la pornografía...

    en mi humilde opinión (y seguramente estoy equivocado) vivimos una época antimisteriosa

    (lo que no quiere decir que a mí, personalmente, no me interesen los misterios)

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  9. No, no estas equivocado J.M, vivimos en una actualidad en la que el misterio no tiene cabida.
    Y claro que te gustan los misterios, si no fuera así no lamentarías esta sociedad de exhibicionistas!
    El afán de exhibición dice mucho de cómo nos sentimos las personas ahora : solas, insignificantes, falsamente hinchadas ( hay mucho narcisimo).
    Por qué nos creemos tan dignos de ser los protagonistas?
    Sinceramente, no lo sé.

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