miércoles, 17 de octubre de 2012




Por una de esas raras reflexiones
de la luz, que los físicos
explicarán llenando
de fórmulas un libro...,
Mirándome las manos
-como hacen los enfermos de continuo-,
veo la faceta de un diamante, en una
faceta del diamante de mi anillo,
reflejarse tu cara, mientas piensas
que divago o medito,
o sueño... He descubierto
por azar este medio tan sencillo
de verte y ver tu corazón, que es otro
diamante puro y limpio.
Cuando me muera, déjame
en el dedo este anillo.

Estoy muy mal... Sonrío
porque el desprecio del dolor me asiste,
porque aún miro lo bello en torno mío,
y... por lo triste que es el estar triste.
Pero ya la fontana
del sentimiento mana
tan lenta y silenciosa, que su canto,
sonoro otrora como risa, es llanto.

3 comentarios:

  1. Manuel Machado era un pedazo de poeta, cuando no incurría en el ripio, pero le perjudicó la fama/comparación con/de su hermano y su adscripción al bando 'facha'; sin embargo, me gusta mucho como se querían ambos

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  2. a mí me gustan mucho los dos hermanos; tienen cosas comunes, como el gusto por lo popular, de raíz andaluza, como el flamenco; Manuel es más serio, apesadumbrado y sombrío; Antonio más ágil; hay versiones de todo tipo: hay quien dice que Manuel quiso huir, como Antonio, pero un amigo suyo lo disuadió y se quedó por miedo

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  3. Trapiello lo cuenta bastante bien en Las armas y las letras

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