miércoles, 26 de septiembre de 2012



Mi padre, Lansky, fue un afortunado. Vivió en una época difícil, la postguerra, y, no obstante, sus padres le permitieron estudiar una carrera universitaria. No eran ricos, no. Mi padre, Lansky (Lansky tercero, para más señas), al acabar sus estudios tuvo que trabajar para mantener a sus hermanos y que ellos, a su vez, pudiesen estudiar sus respectivas carreras universitarias. Mi padre me inculcó siempre el valor de los estudios y yo no le hice mucho caso. Su padre, mi abuelo, Lansky segundo, fue un simple agricultor. Si mi padre no hubiese estudiado, probablemente no hubiese conseguido un empleo fuera de la agricultura y lo habría pasado mal; y nosotros, sus hijos, lo habríamos pasado mal, pues ya nadie vive de plantar naranjos. Ya nadie vive medianamente bien de plantar naranjos, quiero decir.

Pero no es eso lo que quiero contar. Mi padre estudió y me hizo estudiar (aunque no le hice mucho caso, como ya he dicho, estudiando una carrera universitaria muy poco prestigiosa, al contrario de lo que él hubiese querido). Recuerdo que, como digo, siendo un estudiante de secundaria mi padre supervisaba mis estudios. De hecho, fui un buen estudiante de secundaria gracias a él. Mi padre me hablaba de la "reválida". La enseñanza secundaria culminaba en la "reválida" durante el franquismo, cuando mi padre era estudiante. Mi padre me hablaba de la dureza de esa prueba; que yo comparaba con la que a mí me tocó superar para acceder a la universidad, el "selectivo".

El "selectivo" era en definitiva una criba para que no todo el mundo pudiera acceder a la universidad. Tiene sentido como embudo, como traba, como inconveniente; para que no todos sean élite unversitaria, graduados superiores, o lo que sea. ¿Qué sentido tiene poner una "reválida", es decir, un "selectivo", al final de cada ciclo en la educación secundaria? ¿Llenar de trabas, de inconvenientes, la secundaria va a hacer que desaparezca el supuesto fracaso escolar que tanto pregonan? ¿El alumno que ahora no es capaz de superar un ciclo de secundaria podrá superarlo a través de una "reválida", ese maquiavélico instrumento?

5 comentarios:

  1. Hubiera preferido que contarás aquello que pasó al comienzo del 40 , cuando mis chicos y yo entramos en aquel local de la agrupación patriota de Chicago, en realidad una franquicia americana del partido nazi, que estaba en el piso de arriba de los billares de la esquina de Borboury, y empezamos a tirar por las ventanas camisas pardas y demás descerebrados. Sí, claro, éramos gánsters, pero también éramos bravos judíos y sabíamos ya lo que estaba pasando en Europa. Por lo demás, estudiar no te sirvió de mucho, hijo: sigues siendo un blandengue con la que os están haciendo en al enseñanza y todavía no has tirado a ningún pomposo jerarca por la ventana de algún ministerio o lo que sea.

    Un saludo y no se te ocurra llevar flores a mi tumba que no soy la dama de las camelias precisamente, aunque me guste mucho la Traviata

    ResponderEliminar
  2. ...y tú un maleducado por hablarle así a tu padre (aunque veríamos si me tuvieras delante, igual volabas tu por la ventana, mamón)

    ResponderEliminar
  3. es broma, capullo (¿tendré que usar los ñoños emoticones esos?= :)

    ResponderEliminar

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.