miércoles, 23 de mayo de 2012

Ansiedad.
Hay cosas que no se pueden
decir. Mejor no
callarlas.
Decaimiento.
Hay que luchar.
Estamos en la lucha.
¿Qué lucha? Nos están
jodiendo.
Depresión.
No voy a aguantar.
Aguantarás.
No te agobies. No
te compliques la vida.
Piensa en ti y en
los tuyos.
Hay gente que
te quiere.
La vida es
una mierda.
No merece la pena.
No encuentras alicientes.
Mal humor.
Discusiones.
Me falta ilusión.
No, no aguanta-
ré. A veces pienso
que no aguantaré.
Paso a recoger
al niño. Parece
ajeno a todo.
¡Qué digo!
El niño es ajeno
a todo. Como tiene
que ser.
Volvemos a casa
entreteniéndonos
con cualquier cosa,
parándonos en plena calle,
como si el tiempo no tuviese
importancia, como si pudiésemos
permitirnos desperdiciarlo.
De repente, el niño me pide que
me siente con él en un escalón
en un portal de una casa. Y
me siento. La situación
es un poco ridícula.
La gente pasa
cubierta de una dignidad
extraña. A medio metro
del suelo las cosas se ven
de otro modo. El niño ríe, como si
fuese consciente de haberme
llevado, digamos, a
un territorio
que es más suyo
que mío.
Lo miro y pienso
que tal vez yo esté aprendiendo
tanto de él
como él de mí.
Esa especie de mirada virgen,
lúdica,
es tal vez lo que yo he perdido
y ya no recuerdo
y es el niño quien me la está
recordando.


4 comentarios:

  1. Oye, JM. eso es genial. Me estaba cabreando tu falso poema (sólo en al alineación pesudoverso lo es) derrotista, cuando llego a lo del niño que te hace sentarse en el escalón y te permite ver las cosas desde su altura. ¡Te das cuenta! (curiosamente, mi post de hoy va de esa ausencia de envilecimeinto d elos niños)

    ResponderEliminar
  2. No me suelen gustar los textos en donde queda tan a la luz la moraleja... pero lo has contado tan bien que me han dado ganas de tener un niño, joder.

    ResponderEliminar
  3. toda la serie de Para creer en el amor es sonrojante, soy consciente, no hay remedio... y todos los, como dices, Lans, falsos poemas tienen un mismo esquema y una misma moraleja: todo es asqueroso y sin embargo hay que indagar en las dos o tres cositas que nos mantienen vivos; es una escritura terapéutica o algo parecido;

    gracias por los comentarios

    ResponderEliminar

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.