Los bonsáis me parecen monstruosos. No obstante, y tal vez por ello, me gustan los libros de Alejandro Zambra. Reducidos a unos pocos bloques de texto que explican algo, lo que sea, me da igual. Hay una rara intensidad que me encandila. Un temblor ligero, como una temeridad.
Este chico narrador jardinero que niega la mayor (la novela) y la practica sin tener aún suficientes lecturas, la pretenciosidad del joven con talento, que tenerlo lo tiene.
ResponderEliminarA mi algunos jóvenes me parecen monstruosos, hermosos monstruos
negando negando ha escrito, al menos, una gran novela (corta)
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