David Douglas Duncan, fotógrafo, pasó largas temporadas junto al pintor. Sus fotos ilustran el estilo de vida del genio malagueño. Douglas Duncan lo ha fotografiado y lo cuenta en un documental. Una constelación de objetos danzantes, diseminados por toda la casa. Picasso en calzoncillos, desinhibido. Su mujer y sus hijos por allí, incordiando, juguetones. La cotidianidad como juego; como experiencia infantil, poderosa y placentera.

El camino que va desde esa cotidianeidad hasta el arte como expresión no es sencillo pero si se consigue recorrer con éxito, el resultado es embaucador. Llega a todos. Interactúa con todos y pronto esa obra será de todos. Hay pocos que hayan sabido hacerlo tan bien.
ResponderEliminarocurre con Lorca, claro; estoy de acuerdo en la no sencillez de ese, como dices, camino de la cotidianidad al arte
ResponderEliminarSi te refieres, como creo, a la época de sus series (El Taller del artista, Las meninas, Autoretrato de Rembrandt, etc.) estoy absolutamente de acuerdo contigo. De hecho, conseguí entusiasmar a P., que 'odiaba'esa época picassiana (ella, en cambio, no ha conseguido que me guste en general Dalí, Pigmalion cabroncete que soy)
ResponderEliminarMe gusta tu nuevo blog , 'Daughter'
las series son anteriores, creo, de los cincuenta y los sesenta; yo me refiero al Picasso terminal, el de los setenta
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