viernes, 4 de noviembre de 2011
Randy Newman logró con sus primeros discos lo que otros consiguen a través de los años: parquedad, clasicismo, ironía y distanciamiento. No hubo evolución posterior posible. Todo estaba hecho. Si uno es un hombre sabio a los treinta lo único que queda es jugar a perder la forma para recuperarla después. Estoy hablando por hablar. No conozco toda la carrera musical de Randy Newman. He escuchado algo del principio y algo de lo que hace actualmente. Apenas existe una pequeña diferencia en la calidad de sonido. La de ahora es evidentemente una producción actual, limpia y diáfana. Las grabaciones de antes tienen otra calidad, como es evidente, un sonido algo más sucio. No obstante el concepto es idéntico. Uno imagina que Randy Newman siempre ha sido el mismo blues-man refinado, elegante y caballeroso.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Mi verso mudo, mi callado verso,
pero aciago -mal le pesen las riendas-,
¿a dónde en esta opresión iremos a quejamos
y a quién decir la vida que llevamos?
Por mucho que, pasadas ya las doce, buscando
detrás de la cortina, con cerillas, el ojo de la luna,
expulses de los restos de tu mueca opaca,
con la mano, en la mesa, el polvo de la locura.
Por mucho que embadurnes este espeso escrito,
más denso que la miel, ¿con quién quebrar
en la rodilla, o en el codo al menos,
una vez más, el trozo ya cortado de mi callado verso?
pero aciago -mal le pesen las riendas-,
¿a dónde en esta opresión iremos a quejamos
y a quién decir la vida que llevamos?
Por mucho que, pasadas ya las doce, buscando
detrás de la cortina, con cerillas, el ojo de la luna,
expulses de los restos de tu mueca opaca,
con la mano, en la mesa, el polvo de la locura.
Por mucho que embadurnes este espeso escrito,
más denso que la miel, ¿con quién quebrar
en la rodilla, o en el codo al menos,
una vez más, el trozo ya cortado de mi callado verso?
Piruetas y estrés. No esperes que mejore la cosa. Hacerse mayor siguiendo el camino trazado por otros, con diligencia, tratando de hacerlo lo mejor posible. No es fácil ser mediocre. Uno tiende a despistarse. Déficit de atención, lo llaman. El director, que les digas tal cosa a tus alumnos. La mujer, que si a las dos y media en tal sitio y a las seis en tal otro. El infante: la merienda y los dibujos animados. Me cruzo con un colega; paro un instante, no mucho, que hay prisa. Risas. Nuestras vidas ya no nos pertenecen, consensuamos. Ja, ja. Todo esto es muy gracioso.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
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