Hablan Iñaki Uriarte y Enrique Vila-Matas a propósito de Los diarios en la literatura. Un Iñaki Uriarte agazapado en el asiento, muy tímido, aparentemente, e incómodo, simula querer eludir cualquier cuestión a debatir. Resulta significativo que, ya al comienzo de ese diálogo supuesto, Uriarte se dirija a la moderadora para puntualizar que él no puede ser considerado escritor, pues hace poco salió a la venta su primer libro (el primer volumen de sus escuetos diarios) y ahora mismo acaba de salir el segundo; y no ha publicado nada más a sus (¿sesenta y tantos?) años. Ese desapego aparente por la literatura y su importancia no puede ser más que ficticio; principalmente en alguien como Uriarte, que tiene tanto cuidado en escribir poco y pensarse mucho cada párrafo. Lo suyo debe ser fruto de la imperiosa necesidad de escribir; manifestada como cura de la realidad y como revancha, más que como forma de evadirse.